La historia del disfraz para la persona.

La historia del disfraz para la persona.

Los seres humanos tienden naturalmente a celebrar juntos y a realizar intercambios culturales entre ellos, especialmente en ciertos días del año y al alcanzar ciertos hitos; las personas combinan la socialización, las fiestas, la tradición, el disfraz, la identidad y muchos más rasgos definitorios de los fenómenos históricos. Vale la pena descubrir todas las razones por las que las personas celebran y lo que significa desde la perspectiva individual de cada uno.

Por ejemplo, se ha demostrado que las personas asisten a festivales tanto por motivos hedónicos como utilitarios. las personas ejercen naturalmente la interacción social, fomentan relaciones y quieren obtener felicidad de los lugares que visitan, de las personas con las que conversan y de otros pasatiempos relacionados con el evento, algunas perspectivas utilitaristas podrían centrarse más en el bienestar colectivo que en la satisfacción personal, porque también hay un aspecto comunitario en ello, y en la forma en que estos grupos de personas se presentan e interactúan con los demás, la comunidad quiere verse bien ante los demás y estar junta para maximizar buenos sentimientos para la mayor cantidad de personas, aunque, muchos otros serán más prácticos y quieren ayudar económicamente al grupo interno. Muchos de estos festivales y centros artísticos generan dinero para los vendedores, turismo para diferentes países, ingresos para apoyar la infraestructura, y sostienen el tejido de las actividades, haciendo posible que comunidades pequeñas y grandes generen fuentes de ingresos.

Sin embargo, una de las fuentes de vida más vitales en estas reuniones es la parte humana de ellas, la celebración cultural y la interconexión, reuniones que rinden respeto o respaldan un acontecimiento social importante, un hito, una ocasión, aquí es donde se da la cultura popular celta y europea, celebran el cambio de octubre y dan la bienvenida al invierno durante Halloween o Samhain en gaélico, y la celebración cristiana occidental de Todos los Santos, que son muy diferentes pero abarcan y evocan ese sentido de unión, desde sus raíces y esas antiguas costumbres hasta el efecto masivo que tienen ahora en los medios y el comercio.

Halloween en muchas culturas, como se explicó antes, por ejemplo el Halloween celta, o la variante cristiana del Día de Todos los Santos, o El Día de los Muertos, comparten temas superpuestos de espiritualidad, especialmente sobre los espíritus de los muertos y otras entidades de otro mundo, santos en el caso del cristianismo, que se esperan durante los tiempos de invierno, todos los recuerdan y celebran a quienes han partido al mundo de la muerte o al otro mundo en la mitología, y después de mantener esa vigilia, le sigue el banquete, los juegos y otras actividades comunitarias, aquí es donde entran en juego los disfraces o el 'truco o trato', la gente solía vestirse y visitar casas, cantar y pedir comida, solían ser personajes traviesos que representaban ese tipo de sensibilidad espiritual, y más tarde evolucionaron hasta convertirse en bromistas, estos humoristas también fueron los creadores de estas linternas especiales, ya que realizaban sus travesuras por la noche y se mantenían protegidos con vegetales tallados con caras iluminadas para iluminar su camino, las ahora famosas calabazas de Halloween.

Históricamente, el vínculo entre varias de estas celebraciones es el disfrazarse, las personas se disfrazaban para visitar diferentes casas porque los jóvenes querían ahuyentar el mal y representar a estas deidades en una actividad divertida y pedir golosinas a cambio, esta práctica tenía como objetivo deshacerse del rostro real de alguien y actuar como otra manifestación completamente diferente de la realidad, no solo se volvió común para no ser atrapados en caso de travesuras, sino también para proteger el interior, la persona genuina que estaba detrás de esa exhibición llamativa en la función, disfrazarse de otra cosa e imaginar ser algo distinto puede ser divertido para la gente, jugar con la identidad y proteger su privacidad en ese sentido lo convirtió en una manera perfecta de experimentar ese tipo de entretenimiento.

Disfrazarse con traje y máscara está evidentemente arraigado en la tradición y la sociología, esconderse detrás de una máscara no solo tiene un trasfondo cultural, sino que también toca temas muy particulares. ¿Qué significa realmente ocultarse, especialmente detrás de una máscara como suele suceder en el diseño de disfraces? Esta es una cuestión desconcertante para historiadores y sociólogos, tiene un aspecto muy enrevesado, esa impresión de ocultar, mentir, ocultar la verdadera apariencia e intención, definitivamente añade una capa de intriga y duda, esto es evidente en la lingüística, la correlación entre máscara e identidad proviene del objeto, pero el significado para las personas se volvió más profundo, no es el yeso teatral lo importante, etimológicamente la gente combinó esto con la acción de enmascarar, un tumulto metafísico de identidad.

“La relación general entre las máscaras y este sentido de identidad o personalidad ha sido reconocida durante mucho tiempo; normalmente se considera que la máscara es una técnica para transformar la identidad, ya sea mediante la modificación de la representación de la identidad o mediante la extinción temporal —y representacional— de la identidad” (Pollock, 1995). Existe un fuerte vínculo entre el rostro y el disfraz, el rostro es una de las partes más importantes que las personas reconocen tanto en los demás como en sí mismas, ya que muestra posibles emociones, el lenguaje y la humanidad, la identidad es clave, desbloquea un mundo de personalidad y personificación que sigue siendo un misterio para todos, por ejemplo, los ojos son tan importantes en general para que las sociedades se comprendan entre sí, que una vez alterados, generan un efecto desconcertante de reconocimiento ambiguo de la identidad.

Ahora, es toda una festividad y tiene mucho éxito comercial, algunos todavía hacen truco o trato mientras que otros prefieren reunirse con familiares y amigos y disfrazarse de algo que les gusta de la cultura pop, ahora, es una mezcla tanto del sentimiento familiar de compañía como del lado comercial de la economía, los productos que están tematizados según esta fiesta son muy populares y se usan con frecuencia, las personas no necesitan tallar una calabaza si prefieren no hacerlo; pueden conseguir las decoraciones ya listas para exhibir, no hay un modo correcto o incorrecto de abrazar una festividad, sin embargo, es un desarrollo fascinante, en cuanto al aspecto de la vestimenta, ya sea disfraz o no, el vestirse ha pasado por muchas fases a lo largo de la historia, en la actualidad, por ejemplo, se considera un “fenómeno global”, la accesibilidad, la comunicación y la tecnología de la contemporaneidad han moldeado la moda y las prendas de muchas maneras, es fácil dejarse influenciar por la globalización de las tendencias rápidas, repitiendo ideas en el vestuario y las tendencias de moda, todas existen hoy en día, pero el significado detrás de la vestimenta tradicional sigue siendo difícil de comprender, el papel de la cultura en el estilo ha evolucionado y ahora se ve diferente desde un punto de vista antropológico que antes.

Se destaca nuevamente que no es solo en el rostro, sino en el cuerpo, el único recipiente de identidad más importante para la identidad, vestir esta fuerza tangible de la autopercepción y la identidad comunitaria es un desencadenante fundamental del comportamiento humano, la “piel social” acuñada por (Turner, 1980, citado en Hansen, 2004). Esta piel social y su divergencia la convierte en un transformador de identidad, aunque, si hablamos antropológicamente, esta piel ha sido objeto de presiones culturales, sociales y económicas, dependiendo de tu país, estatus, género e identidad cultural, puede ser moldeada por muchos de esos y otros factores, y ahora se ha convertido en una industria, produciendo prendas y vestimenta que se han transformado en cadenas de producción a medida que el mundo cambia rápidamente, incluso si todavía mantiene fuertes conexiones con las personas y su pasado, ahora posee un elemento de manufactura, el mundo de la moda es ahora una ola de experiencias interconectadas y mejora tecnológica.

La cultura siempre está en constante transformación, y existen muchas razones detrás de esto, por ejemplo, en la teoría determinista se dice que la economía afecta directamente a la cultura en lugar de lo contrario, es una especie de conciencia dentro de un grupo de individuos que comparten uno o varios rasgos, y se comparte entre la familia, amigos, instituciones y gobiernos, incluyendo una de las principales fuentes para adquirir el conocimiento, el arte y las costumbres, a través de la educación.

Los sistemas educativos son los principales organizadores y difusores de la información histórica pública, enseñan a todas las edades la importancia de conocer el pasado y de compartir hechos, inician a los jóvenes en la etnicidad y la cultura, hacen del aprendizaje de idiomas un faro de comprensión, también se enseñan valores, la inclusión en el aula la convierte en un espacio excelente para que todos sean ellos mismos y celebren aquello que están inclinados a abrazar.

Las tendencias que están ocurriendo en esta era están definitivamente muy marcadas por desafíos económicos y políticos, la supervivencia del área globalizada ahora es importante, cosas como la población y la tierra son fuerzas impulsoras en la remodelación de la cultura moderna, sin embargo, todavía hay muchos de los mismos desencadenantes que han estado presentes a lo largo de los tiempos, el lenguaje, la religión, la historia, la identidad, la comunidad, todavía afectan a la sociedad cotidiana, no se puede atribuir solo a un tipo de desafío, otros motivadores continúan siendo significativos para la población en general, hemos visto tendencias antiguas reaparecer, nuevas que se oponen a las existentes, es un entorno constante y vivo que actuará como tal, se expandirá y contraerá, aliviará costumbres antiguas, las descartará por nuevas, la gente todavía se sentirá atraída por perseguir la felicidad, el entretenimiento, la realización y tratará de alimentarlo con interacción social, ocio y expresión de identidad.

La gente normalmente se disfraza de sus personajes favoritos hoy en día, ya no es algo relacionado con el folclore y la espiritualidad, los cambios que ocurrieron, los mencionados anteriormente, han adoptado las tendencias de la época, ya no está de moda tallar verduras para pedir solo manzanas, hoy en día la gente se viste como personas famosas, personajes animados, cualquier versión única y original de disfraces y máscaras conocidas, capaz ahora piden un chocolate o dulce nuevo, todavía se inspiran en su entorno, pero se ven particulares de la década, lo que está de moda en la cultura popular será recreado, es una especie de reinterpretación del festival, del entretenimiento, la tecnología y la cultura, todo fusionado en una reunión tan necesaria en el estado cada vez más digitalizado del mundo.

En conclusión, la celebración y su consiguiente festividad es un evento arraigado en la sociedad, sus efectos se destacan en múltiples manifestaciones de identidad, vida, duelo y todas las experiencias extrasensoriales, relatos, costumbres culturales y más facetas de la existencia humana, por lo tanto, si aún celebras o te disfrazarás, es un fenómeno social interesante en el que muchos participan, con raíces muy ricas y vitales que merecen ser recordadas.

Referencias.

Jeon, Myunghee Mindy. (2020). Impacts of festivals and events. Festival and Event Tourism Impacts. DOI:10.4324/9780429274398-4.

Pollock, Donald. (1995). Masks and the Semiotics of Identity. The Journal of the Royal Anthropological Institute, Royal Anthropological Institute of Great Britain and Ireland. http://www.jstor.org/stable/3034576 .

Hansen, Karen. (2004). The World in Dress: Anthropological Perspectives on Clothing, Fashion, and Culture. Annual Review of Anthropology. DOI:10.1146/annurev.anthro.33.070203.143805

Lewis, Richard. (2019). The cultural imperative: Global trends in the 21st century. Training Language and Culture. DOI:10.29366/2019tlc.3.3.1

Original English version: The history of costumes.pdf